Cada persona que llega a tu vida no es por pura casualidad. Todos los seres humanos tienen algo que enseñarte, ya sea una lección, un impulso, romper ciclos, apoyarte, animarte y sobre todo sacar lo mejor o lo peor que uno mismo.
Si una persona llega a tu vida, disfruta, comparte pero sobre todo no pares de aprender de ella/él. Porque nuestra misión en esta vida no puede ser eterna, en algún momento estas personas deben partir de distintas formas y continuar su camino.
Mi solución para fluir es pensar en lo siguiente, “¿Qué me enseño esta persona en este lapso de tiempo? ¿Qué debo mejorar y aprender?” Y por último agradecer, vive en gratitud de tener la oportunidad de aprender de otros maestros (seres de luz).
Aprovecha las oportunidades que tienes de aprender y sobre todo de evolucionar. Permite que la vida fluya como debe fluir y darle las gracias a estas personas que se acercaron a tu vida para enseñarte e impulsarte al cambio.
#NosTenemos
