A todas las mujeres que son madres y padres

Está sección se la dedico a todas las madres que nos tocó ser madre y padre.

En primer lugar, me vale un pepino y no me disculpo ante la sociedad que piensa que es incorrecto decir que “somos madres y padres”.

Son pocas las personas que pueden comprender lo duro que es sacar fuerza y criar a un niño sin la presencia de un padre, por el simple hecho que nuestros zapatos le quedan muy grande a ellos. Me compadezco y me inclino ante todas las madres que aún el padre sigue con vida y no quiere dedicarle el tiempo y el cariño a sus hijos. A todas las madres que les ha tocado criar a sus hijos teniendo al papá trabajando lejos de la familia. Como también incluyo a todas las madres que perdieron a su pareja en un cerrar de ojo y han tenido que adaptarse a la idea de criar a un hijo sola.

En primer lugar, sea cual sea tu situación, quiero decirte que NUNCA ESTÁS SOLAS, NO ESTAMOS SOLA. Comprendo por experiencia propia y porque todavía lo sigo viviendo, que no es fácil tener toda la responsabilidad de ser jefa de familia, pagar educación, pagar la casa, pagar el agua, pagar la luz, pagar la compra, gasolina y aún así tener a un hijo de punta en blanco que nada le falte. Como también comprendo que no es fácil salir de la jornada laboral, salir corriendo a buscar a nuestros hijos a la escuela para no pagar tardanza, el tráfico para llegar a nuestra casa, llegar a la casa y tener que bajar toooooodas las cosas que se te olvidó bajar el día anterior del carro y aún así tener cocinar, recoger, limpiar, mantener a nuestros hijos listo para la cama y acostarse junto a ellos para que puedan dormir, para entonces poder sacar un pequeño tiempo para ti.

¡Te comprendo!

La vida de madre no es nada fácil, ¡Es un reto!

Cada día con tanta tecnología, problemas internos, problemas colectivos, dividir nuestro tiempo para poder criar, encaminar y darle lo mejor a nuestros hijos, es un verdadero reto y a veces nos olvidamos de nosotras mismas.

Hacer que ellos se sientan importante, atendidos, comprendidos, que no se sientan nunca solos, que tengan inteligencia emocional, encaminarlos para que puedan ser capaces de enfrentarse a grandes problemas, decisiones y cambios es un verdadero R-E-T-O. Pero nada de lo que quieras lograr es imposible, al contrario, cree siempre en ti, porque todo es posible.

Si miras hacia atrás en silencio, verás todas las veces que tuviste que llorar a escondida para que tus hijos no te vean, verás cuanto has llegado junto a ellos, verás todo lo que has aprendido y cuanto has crecido como ser de luz. Estas situaciones tenían que pasar para enseñarte, pulirte y llevarte a ser una mujer mucho más fuerte.

Yo soy fiel creyente que en cada ser de luz existe una fuerza escondida, una fuerza que quiere salir hacia la luz y gritar “CREO EN MÍ PORQUE SOY FUERTE”.

Lo que quiero decirte con eso es que no estás sola, eres un ser de luz que brilla más cada segundo que pase. Cuando el ser de luz que te tocó criar, darle amor, educación, abrazarlo en sus momentos oscuros y ayudarlo a manejar sus emociones, cuando este gran ser de luz crezca te va agradecer cuanto diste por él y cuanto luchaste junto a él en este mundo que a veces es un poco injusto.

Lo que importa en esta vida que nos ha tocado vivir no es lo que perdemos ni cuanto perdemos, lo importa es nuestra reacción y la manera en que nos enfrentamos ante las situaciones que nos ha tocado aprender.

Con esto culmino y me vale un pepino volver a decir que aquí somos MADRES Y PADRES.

#NosTenemos #SanandoConLetras

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