Mientras caminas por la playa te encuentras con una concha que te pareció demasiado chula, te la llevas y la pones en una esquina de tu sala. Luego, comienzan a pasar los días, semanas, meses, y antes de finalizar el año la mueves de lugar.
Esa concha con el pasar del tiempo comienza a llenarse de polvo aunque la limpies, la pones en su lugar y luego te olvidas de ella.
Te pregunto, en vez de dejarla en tu hogar llenándose de polvo, ¿Hubiera sido mejor haberla dejado libre en la playa aquel día, luego de disfrutarte su peculiar color y textura?
Muchas veces actuamos de la misma forma en nuestro diario vivir. Lo hacemos con las personas que están presente y no nos aportan nada positivo, de la misma forma con emociones excesivas, pensamientos y situaciones que no nos brindan dirección ni luz.
Te invito a romper el patrón de encariñarte con todo lo que ya no aporta nada a tu vida. Vamos a dejar de poseer situaciones, personas, emociones y, ¡Fluye con el cambio!
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SANANDO CON LETRAS 