Esta semana llegué a casa y pude sentir como mis pensamientos se detuvieron por varios minutos.
En esos pequeños instantes pude apreciar un presente sin preocupaciones, ajoros, rutinas y pensamientos corriendo a millón.
Dije para mis adentros, «el presente está lleno de simplicidad». Cuando le damos un «stop» a nuestros pensamientos y preocupaciones para enfocamos en el presente, vemos como la vida sigue su rumbo en lo más simple.
Me di cuenta que en el cielo azul volaban 3 pajaritos. Observé como la abeja se disfrutaba la flor del césped de mi casa. La vecina barriendo las hojas en la tarde. El vecino de la motora dialogando con la vecina de la esquina. Y la luz de la tarde alumbraba mi marquesina.
En nuestro diario vivir estamos acostumbrado a correr de esquina a esquina, a enfocarnos y preocuparnos por cosas complejas, tanto en lo personal como en lo laboral.
Pero me pregunto, ¿nos estamos perdiendo las cosas más simple de la vida? ¿Dónde dejamos la paz y la tranquilidad al final de un «caótico» día?
La simplicidad jamás la encontraremos en las preocupaciones, en los ajoros, y mucho menos en los pensamientos excesivos de nuestro diario vivir. Al contrario, la encontraremos cuando estemos en paz, disfrutando de la tranquilidad y nuestro enfoque esté en el presente.
Por eso digo que, «el presente está lleno de simplicidad».
#NosTenemos
