Sanando con Letras comenzó durante la pandemia, cuando apenas había transcurrido 4 meses del duelo. En ese periodo, las salidas, los encuentros y las actividades sociales estaban un poco restringido.

De esa necesidad interna comenzó la idea de crear un espacio sagrado, donde me sentía en calma y me escapaba un rato para escribir y sanar mis heridas. Ahí surgió una frase emotiva y fuerte que viene desde el alma, ¡Sanando con letras!

Cuando nuestra alma necesita sanar, nos escapamos, gritamos, lloramos, nos desahogamos y también escribimos.